El director académico del colegio Ingeniería, profesor Antero Vargas Portella, entrega un presente a una Madre Ingenierista, los acompaña la directora de esta institución educativa, magíster Carmen Rosa Núñez de Acuña.
La ceremonia en homenaje al Día de la Madre que organizó el Colegio Ingeniería, incluyó, además del sorteo de regalos, la presentación de números artísticos. Mayo es un mes especial porque se celebra el Día de la Madre, rindiéndose homenaje al ser más importante en la vida de los seres humanos que cumple un rol fundamental en la sociedad, pero que sin embargo su labor no es siempre reconocida y a veces es solitaria, comentó la directora del colegio preuniversitario Ingeniería y promotora de la academia preuniversitaria Leonard Euler, magíster Carmen Rosa Núñez de Acuña.
Fue en la ceremonia que en homenaje al Día de la Madre organizó esta institución educativa, con la presentación de números artísticos, musicales y entrega de regalos, con el propósito de rendir homenaje a las Madres Ingenieristas y reflexionar, al mismo tiempo, que no se debe dejar estas buenas intenciones sólo para una vez al año, porque el verdadero Día de la Madre “fue ayer… es hoy… será mañana…”.
Previo al reparto de regalos a las madres de los niveles de Primaria y Secundaria, la autoridad educativa comentó que el Día de la Madre surge como el deseo y la necesidad de reconocer públicamente el importante papel que han venido cumpliendo en la crianza en sus hijos, porque “Decir mamá es decir ternura, cercanía, dedicación, sacrificio, abnegación”.
“La mamá es como un corazón abierto, la primera que se levanta como el sol y la última que se acuesta. En medio de sus múltiples trajines y quehaceres, ahora que han asumido otras responsabilidades, por razones económicas o porque desean realizarse de manera más integral como personas, se da tiempo para reír, para amar, para acompañar, para corregir, para enseñar, para soñar”, subrayó.
Señaló que una madre es como una fiesta, donde está ella se está bien, se está seguro, se está tranquilo, ella es la alegría y la luz de su hogar, y cuando se ausenta, cuando se va, se hace vacío, se hace oscuridad, se debilita la familia. “Es la madre el principal soporte que hace familia, comunión, comunidad. No estando la madre, es más fácil que se produzca dispersión, desunión entre los hijos”, anotó.
Sostuvo que las comunidades humanas, los hombres y las mujeres de muchas naciones, de muchos países, y en el Perú a partir del 14 de abril de 1924 cuando el Gobierno promulgó un Decreto Supremo oficializando el Día de la Madre en el país, no se olvidan de las madres. No abandonan normalmente el pensamiento, el recuerdo, de aquella mujer que les dio el ser.
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